Esta flor se utiliza para tratar a personas que sienten verdadero “pánico”, “terror”, ese miedo
que paraliza ante un accidente de cualquier tipo, coche, moto,etc.,
ante un robo, una catástrofe, la comunicación de una grave enfermedad.
Suelen ser personas que se exaltan con facilidad. Esas personas que
cuando vas por detrás y les dices algo se sobresaltan asustadas. Normalmente es algo que suele hacer reir, pero realmente
ellos lo viven como un gran susto, porque así viven la vida ante
cualquier situación “no esperada”.
Todo ello hace que la persona en un momento de pánico actúe con
temblores, sudor frío, taquicardia, angustia, etc. Este tipo
de terror es el que suele definirse como “un puñetazo en la boca del
estómago”. Muchas veces conlleva a la imposibilidad de conciliar el
sueño o alteraciones del mismo.
En niños se tratan las pesadillas nocturnas.
Este tipo de pánico es uno de los más
contagiosos que suele haber. Ya que como sistema de alarma suelen
utilizar muchas veces el gritar y la agitación física, lo contagian al
resto de personas que tienen alrededor sin muchas veces ellos mismos
darse cuenta.
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